Se levantó lentamente de la butaca frente al escritorio, y de espaldas a la puerta, contemplaba una vez más el paisaje gris de la ciudad. Un ruido seco y extraño se escuchó a su espalda
- Pero que co...- exclamó molesto
Se giró y en el suelo se encontraba una muchacha muy joven que había cíido y permanecía así, azorada por la vergüenza. Se dirigió presto hacia donde estaba ella con el fin de ayudar a levantarse
- ¡ Por Dios, señorita ! ¿ Se ha lastimado ?
Le tendió la mano, que ella recogió una vez levantada a modo de saludo. Se la notaba muy nerviosa e inquieta. A penas podía pronunciar palabra. Todo el enfado que le había causado la inesperada aparición de la muchacha, se desvaneció de inmediato al contemplar el rubor que cubría sus mejillas. Entonces se fijó en su mirada. parecía un animalillo del bosque huyendo de algún cazador. Retuvo durante unos instantes su mano y podía percibir que la de ella temblaba ligeramente. Interpretó que era por lo enojoso de la situación y decidió ofrecerle asiento para que se calmara
- ¿ Quiere tomar algo? ¿ Un vaso de agua ?
- No, no, gracias. Ha sido un poco de...
- Comprendo. No se preocupe. Mañana mismo retiraré la alfombra. La verdad es que es la primera vez que alguien tropieza con ella, pero una sola persona ya es suficiente. Y bien señorita Kavanagh, si le parece comenzaremos la entrevista. Como advertí sólo dispongo de diez minutos. Tengo una reunión después de usted
-Verá no soy Kate Kavanagh. Ella se ha puesto enferma y me pidió que la hiciera yo en su lugar
- Y su nombre ¿ es ?
-Anastasia Steele. Kate es mi compañera
-¿ Usted también es periodista ?
- Oh no. Yo estoy con literatura. Si le parece bien grabaré la entrevista
- De acuerdo
- Muy bien. Empecemos, pues
- Cuando usted quiera, señorita Steele
Mientras ella nerviosa preparaba la grabadora, él no dejaba de observarla. Era menuda, delgada, de rostro bonito, pero lo que más resaltaban eran sus grandes ojos azules que no levantaba de los papeles que había depositado en la mesa , sin duda para no enfrentarse a su propia mirada. Pacientemente esperó a que ella terminara los preparativos.
- ¡ Dios mio ! ¿ Pero a quién me han mandado? Va a hacerme perder el tiempo, y hoy no es el mejor día para contrariarme. Ya bastante lo estoy para que ahora esta chica venga a aumentar mi desagrado ¡ Y cómo viste ! Es igual de desastrada que la chica de Arkansas. ¿ Y por qué pienso ahora en ella? Quizá por asociación de ideas.¿ Sería la señorita Steele una buena sumisa? Es demasiado joven y asustadiza, sin embargo sería todo un reto someterla y hacer que se despabilara. Pero no tengo ni la más mínima oportunidad con ella. Además está la cercanía con Kavanagh, y ese es un punto totalmente eliminado.
- ¿ Empezamos ya, señor Grey?- preguntó la muchacha
- Cuando usted quiera
Las preguntas eran rutinarias. Las mismas que le hacían cada vez que concedía una entrevista para alguna publicación financiera o de comercio. Pareciera que las había copiado. De mala gana y deseando terminar contestaba automáticamente, mientras su imaginación volaba en otro sentido.
La estudiaba detenidamente. Algo le atraía de esa muchacha delgaducha y desgarbada. ¿ Qué es eso Grey? se preguntaba interiormente. La imaginaba sometida a su placer sexual, pero al mismo tiempo lo rechazaba.
- Tendrá un novio de su estilo... pero es bonita eso no se le puede negar. Espero que no sea tan insegura cuando esté con él, porque de lo contrario sus relaciones deben ser complicadas. Necesitaría un buen repaso para que se calmase. Te estás distrayendo Grey, y en cualquier momento vas a soltar alguna pata de banco y la vas a poner más nerviosa de lo que ya está Bien ya me ha preguntado todo cuanto deseaba saber. Ahora es mi turno - dijo Grey sonriendo burlonamente
- Y ¿ qué quiere saber? Mi vida es muy sencilla. Se traduce a estudiar y trabajar
-Me ha dicho que estudia Literatura ¿ En qué trabaja?
- A tiempo parcial. El tiempo no me da más de si.
-Cuando acabe los estudios ¿ qué piensa hacer?
-Nos mudamos a Seattle
-¿ Se mudan ? ¿ Vivirá con su novio?
- ¡ Oh no !- dijo sonriendo
-¿ Qué le hace tanta gracia? Hoy día eso es de lo más normal
-No es mi caso, señor Grey- dijo algo seria
Era la primera vez que sonreia mirándole de frente y él quedó impresionado por su sonrisa. El rostro se le mostraba sonriente y relajado, por primera vez desde que se vieran. Sus ojos reflejaban una luz y su boca mostraba unos dientes perfectos." ¡ Dios mio, es una preciosidad ! ",, -se repitió. Tenía que establecer un vínculo. La entrevista tocaba a su fin y él deseaba volver a verla. Unos golpes en la puerta le volvieron a la realidad
- Señor Grey, su próxima reunión está por comenzar- dijo su secretaria
- Pues tendrá que anularla. Aún no hemos terminado
- No, no. Ya tengo lo que Kate deseaba. No deseo interrumpir más su trabajo
- ¿ Incluida su indiscreta pregunta?
Nerviosa recogió la grabadora y los papeles que Kate le había dado con las que entrevistarle. No le habían servido de nada. A penas había mirado el cuestionario y la mitad estaba sin formular, y por tanto sin responder.
- Que Kate se las apañe como quiera. Este hombre me pone muy nerviosa y además él tiene compromisos. Tengo que irme rápidamente, porque de lo contrario no llegaré a tiempo a la ferretería . Cuando llegue la voy a tener con ella ¿ por qué me ha hecho preguntarle si era gay? No lo voy a olvidar en mi vida. Nunca he pasado tanta vergüenza
Se repetía esa letanía. Había estado nerviosa los pocos minutos que había permanecido en el despacho, pero a ella le parecieron una eternidad
-¿ Ha traido alguna prenda de abrigo? El tiempo está empeorando y ahora llueve mucho
-Si lo sé, pero debo irme. Usted tiene trabajo y yo tengo que llegar a tiempo al mio. Gracias por la entrevista, señor Grey
-Pero si a penas me ha formulado alguna pregunta
-No se preocupe. Con lo que llevo grabado Kate se las arreglará. Es muy buena como periodista
- Si usted lo dice. La verdad no ha sido muy original . La hubiera bastado leer cualquier periódico y copiar las respuestas
- Lo siento mucho. Yo... no entiendo nada de esto
- ¿ Es que no ha sido usted quién lo ha preparado?
-No. Ya se lo dije. Es para Kate, ella es la que hará el reportaje.
Se dirigieron a la puerta y él cortesmente la dejó pasar y la acompañó hasta el ascensor. En un instante las puertas se abrieron y entró en él. En la despedida se miraron ambos antes de que se cerrara . Difícilmente volverían a verse. Anastasia suspiró cuando se vio sola. Algo la intranquilizaba. Algo que achacaba al despacho, al edificio y ... al propio Grey
- ¡ Qué hombre tan intimidante ! pero qué guapo y educado. Me ha puesto muy nerviosa. ¡ Menos mal ! he cumplido el encargo lo mejor que he podido. Que Kate se las arregle.
Llovía más fuertemente cuando llegó hasta el coche que la conduciría nuevamente a Portland.
Él caminó despacio hasta su despacho. ¿ Por qué le había impresionado tanto esa chica? ¿ Sería por lo nerviosa que se había puesto? ¿ Por ser novata ?. Sonreía recordando la entrada en su despacho y lo nerviosa que estuvo durante toda la entrevista.
- Me ha picado la curiosidad. He de averiguar todo de ella.
Marcó un número en su móvil y a la voz que le respondió le encargó
- Welch, tienes que hacer un informe minucioso de una futura becaria. Te mando por fax su nombre.y pocos datos más De momento es todo lo que se. ¡ Ah ! y que termina su carrera dentro de unos días en la universidad estatal de Washington. Lo deseo cuanto antes y todo lo amplio que puedas conseguir. De momento eso es todo. Gracias -. Y colgó sonriendo
- Vamos a saber si la pequeña señorita Steele es tan tímida como aparenta.
Llamó a su secretaria y le dijo que si no había nada pendiente se marchaba a casa, y que concretara la reunión suspendida para el día siguiente a la misma hora, aplazando para otra fecha las cosas que no fueran urgentes. Se encontraba más relajado que antes de la entrevista ¿ Qué demonios tiene esa chica que ha hecho que cambiase mi humor ? Grey... hoy tienes un día un poco loco. Y riéndose de si mismo, bajó en el ascensor hasta el aparcamiento., donde su chófer le aguardaba para llevarle a casa.
- Pero que co...- exclamó molesto
Se giró y en el suelo se encontraba una muchacha muy joven que había cíido y permanecía así, azorada por la vergüenza. Se dirigió presto hacia donde estaba ella con el fin de ayudar a levantarse
- ¡ Por Dios, señorita ! ¿ Se ha lastimado ?
Le tendió la mano, que ella recogió una vez levantada a modo de saludo. Se la notaba muy nerviosa e inquieta. A penas podía pronunciar palabra. Todo el enfado que le había causado la inesperada aparición de la muchacha, se desvaneció de inmediato al contemplar el rubor que cubría sus mejillas. Entonces se fijó en su mirada. parecía un animalillo del bosque huyendo de algún cazador. Retuvo durante unos instantes su mano y podía percibir que la de ella temblaba ligeramente. Interpretó que era por lo enojoso de la situación y decidió ofrecerle asiento para que se calmara
- ¿ Quiere tomar algo? ¿ Un vaso de agua ?
- No, no, gracias. Ha sido un poco de...
- Comprendo. No se preocupe. Mañana mismo retiraré la alfombra. La verdad es que es la primera vez que alguien tropieza con ella, pero una sola persona ya es suficiente. Y bien señorita Kavanagh, si le parece comenzaremos la entrevista. Como advertí sólo dispongo de diez minutos. Tengo una reunión después de usted
-Verá no soy Kate Kavanagh. Ella se ha puesto enferma y me pidió que la hiciera yo en su lugar
- Y su nombre ¿ es ?
-Anastasia Steele. Kate es mi compañera
-¿ Usted también es periodista ?
- Oh no. Yo estoy con literatura. Si le parece bien grabaré la entrevista
- De acuerdo
- Muy bien. Empecemos, pues
- Cuando usted quiera, señorita Steele
Mientras ella nerviosa preparaba la grabadora, él no dejaba de observarla. Era menuda, delgada, de rostro bonito, pero lo que más resaltaban eran sus grandes ojos azules que no levantaba de los papeles que había depositado en la mesa , sin duda para no enfrentarse a su propia mirada. Pacientemente esperó a que ella terminara los preparativos.
- ¡ Dios mio ! ¿ Pero a quién me han mandado? Va a hacerme perder el tiempo, y hoy no es el mejor día para contrariarme. Ya bastante lo estoy para que ahora esta chica venga a aumentar mi desagrado ¡ Y cómo viste ! Es igual de desastrada que la chica de Arkansas. ¿ Y por qué pienso ahora en ella? Quizá por asociación de ideas.¿ Sería la señorita Steele una buena sumisa? Es demasiado joven y asustadiza, sin embargo sería todo un reto someterla y hacer que se despabilara. Pero no tengo ni la más mínima oportunidad con ella. Además está la cercanía con Kavanagh, y ese es un punto totalmente eliminado.
- ¿ Empezamos ya, señor Grey?- preguntó la muchacha
- Cuando usted quiera
Las preguntas eran rutinarias. Las mismas que le hacían cada vez que concedía una entrevista para alguna publicación financiera o de comercio. Pareciera que las había copiado. De mala gana y deseando terminar contestaba automáticamente, mientras su imaginación volaba en otro sentido.
La estudiaba detenidamente. Algo le atraía de esa muchacha delgaducha y desgarbada. ¿ Qué es eso Grey? se preguntaba interiormente. La imaginaba sometida a su placer sexual, pero al mismo tiempo lo rechazaba.
- Tendrá un novio de su estilo... pero es bonita eso no se le puede negar. Espero que no sea tan insegura cuando esté con él, porque de lo contrario sus relaciones deben ser complicadas. Necesitaría un buen repaso para que se calmase. Te estás distrayendo Grey, y en cualquier momento vas a soltar alguna pata de banco y la vas a poner más nerviosa de lo que ya está Bien ya me ha preguntado todo cuanto deseaba saber. Ahora es mi turno - dijo Grey sonriendo burlonamente
- Y ¿ qué quiere saber? Mi vida es muy sencilla. Se traduce a estudiar y trabajar
-Me ha dicho que estudia Literatura ¿ En qué trabaja?
- A tiempo parcial. El tiempo no me da más de si.
-Cuando acabe los estudios ¿ qué piensa hacer?
-Nos mudamos a Seattle
-¿ Se mudan ? ¿ Vivirá con su novio?
- ¡ Oh no !- dijo sonriendo
-¿ Qué le hace tanta gracia? Hoy día eso es de lo más normal
-No es mi caso, señor Grey- dijo algo seria
Era la primera vez que sonreia mirándole de frente y él quedó impresionado por su sonrisa. El rostro se le mostraba sonriente y relajado, por primera vez desde que se vieran. Sus ojos reflejaban una luz y su boca mostraba unos dientes perfectos." ¡ Dios mio, es una preciosidad ! ",, -se repitió. Tenía que establecer un vínculo. La entrevista tocaba a su fin y él deseaba volver a verla. Unos golpes en la puerta le volvieron a la realidad
- Señor Grey, su próxima reunión está por comenzar- dijo su secretaria
- Pues tendrá que anularla. Aún no hemos terminado
- No, no. Ya tengo lo que Kate deseaba. No deseo interrumpir más su trabajo
- ¿ Incluida su indiscreta pregunta?
Nerviosa recogió la grabadora y los papeles que Kate le había dado con las que entrevistarle. No le habían servido de nada. A penas había mirado el cuestionario y la mitad estaba sin formular, y por tanto sin responder.
- Que Kate se las apañe como quiera. Este hombre me pone muy nerviosa y además él tiene compromisos. Tengo que irme rápidamente, porque de lo contrario no llegaré a tiempo a la ferretería . Cuando llegue la voy a tener con ella ¿ por qué me ha hecho preguntarle si era gay? No lo voy a olvidar en mi vida. Nunca he pasado tanta vergüenza
Se repetía esa letanía. Había estado nerviosa los pocos minutos que había permanecido en el despacho, pero a ella le parecieron una eternidad
-¿ Ha traido alguna prenda de abrigo? El tiempo está empeorando y ahora llueve mucho
-Si lo sé, pero debo irme. Usted tiene trabajo y yo tengo que llegar a tiempo al mio. Gracias por la entrevista, señor Grey
-Pero si a penas me ha formulado alguna pregunta
-No se preocupe. Con lo que llevo grabado Kate se las arreglará. Es muy buena como periodista
- Si usted lo dice. La verdad no ha sido muy original . La hubiera bastado leer cualquier periódico y copiar las respuestas
- Lo siento mucho. Yo... no entiendo nada de esto
- ¿ Es que no ha sido usted quién lo ha preparado?
-No. Ya se lo dije. Es para Kate, ella es la que hará el reportaje.
Se dirigieron a la puerta y él cortesmente la dejó pasar y la acompañó hasta el ascensor. En un instante las puertas se abrieron y entró en él. En la despedida se miraron ambos antes de que se cerrara . Difícilmente volverían a verse. Anastasia suspiró cuando se vio sola. Algo la intranquilizaba. Algo que achacaba al despacho, al edificio y ... al propio Grey
- ¡ Qué hombre tan intimidante ! pero qué guapo y educado. Me ha puesto muy nerviosa. ¡ Menos mal ! he cumplido el encargo lo mejor que he podido. Que Kate se las arregle.
Llovía más fuertemente cuando llegó hasta el coche que la conduciría nuevamente a Portland.
Él caminó despacio hasta su despacho. ¿ Por qué le había impresionado tanto esa chica? ¿ Sería por lo nerviosa que se había puesto? ¿ Por ser novata ?. Sonreía recordando la entrada en su despacho y lo nerviosa que estuvo durante toda la entrevista.
- Me ha picado la curiosidad. He de averiguar todo de ella.
Marcó un número en su móvil y a la voz que le respondió le encargó
- Welch, tienes que hacer un informe minucioso de una futura becaria. Te mando por fax su nombre.y pocos datos más De momento es todo lo que se. ¡ Ah ! y que termina su carrera dentro de unos días en la universidad estatal de Washington. Lo deseo cuanto antes y todo lo amplio que puedas conseguir. De momento eso es todo. Gracias -. Y colgó sonriendo
- Vamos a saber si la pequeña señorita Steele es tan tímida como aparenta.
Llamó a su secretaria y le dijo que si no había nada pendiente se marchaba a casa, y que concretara la reunión suspendida para el día siguiente a la misma hora, aplazando para otra fecha las cosas que no fueran urgentes. Se encontraba más relajado que antes de la entrevista ¿ Qué demonios tiene esa chica que ha hecho que cambiase mi humor ? Grey... hoy tienes un día un poco loco. Y riéndose de si mismo, bajó en el ascensor hasta el aparcamiento., donde su chófer le aguardaba para llevarle a casa.
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